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Koudelka envainó la espada . La culpa fue mía, por distraerlo.
 No dijo lo mismo hace un rato  objetó ella.
 Déjalo, Cordelia  le dijo Vorkosigan con suavidad.
 ¡Pero le está robando un punto!  replicó ella en un susurro furioso . ¡Y qué punto!
Hasta el momento Bothari ha sido el mejor de todas las vueltas.
 Sí. Koudelka necesitó seis meses de práctica en el General Vorkraft para lograr
derribarlo.
 Oh. Hum.  Guardó silencio por un instante . ¿Celos?
 ¿No lo has notado? Ella posee todo lo que él ha perdido.
 He visto que a veces la trata con bastante brusquedad. Es una pena. Evidentemente
ella está...
Vorkosigan alzó una mano.
 Hablaremos de ello luego. Aquí no.
Cordelia se interrumpió y asintió con un gesto.
 Tienes razón.
El combate continuaba. El sargento Bothari derribó a Droushnakovi dos veces
seguidas, y al fin se libró de su oponente final sin demasiado esfuerzo.
Después de que todos los luchadores conferenciaran al otro lado del jardín, Koudelka
cojeó hasta ellos en calidad de emisario.
 Señor. Nos preguntábamos si querría efectuar un combate con el sargento Bothari a
modo de demostración. Ninguno de los muchachos lo ha visto nunca.
Vorkosigan descartó la idea sin mucha convicción.
 No estoy en forma, teniente. Y además, ¿cómo lo averiguaron? ¿Han estado
contando historias?
Koudelka sonrió.
 Algunas. Creo que así comprenderían lo que puede llegar a ser realmente este
juego.
 Me temo que sería un mal ejemplo.
 Yo nunca lo he visto  murmuró Cordelia . ¿De verdad es tan buen espectáculo?
 No lo sé. ¿Te he ofendido últimamente? ¿Ver cómo Bothari me pulveriza sería una
catarsis para ti?
 Lo sería para ti  dijo Cordelia, fomentando su evidente deseo de que lo
persuadieran . Me parece que en los últimos tiempos has dejado de lado algunas cosas
que te gustaban mucho.
 Sí...
Con unos aplausos, él se levantó y se quitó la chaqueta del uniforme, los zapatos y los
anillos. Luego vació el contenido de sus bolsillos y subió al cuadrilátero para realizar
algunos ejercicios de calentamiento.
 Será mejor que actúe como arbitro, Kou  lo llamó . Sólo para evitar que alguien se
alarme innecesariamente.
 Sí, señor.  Koudelka se volvió hacia Cordelia antes de regresar a la arena . Eh...
recuerde que en cuatro años de práctica, nunca se mataron, señora.
 ¿Por qué será que en lugar de tranquilizarme me ha alarmado? De todos modos,
Bothari ha peleado en seis combates esta mañana. Tal vez esté cansado.
Los dos hombres se enfrentaron en la lona y se inclinaron con formalidad. Koudelka se
apartó rápidamente del medio. El bullicioso rumor de la audiencia desapareció y todos los
ojos se fijaron en los contrincantes, quienes se estudiaban en un frío y concentrado
silencio. Comenzaron a rodearse lentamente, y de pronto se trabaron en combate.
Cordelia no alcanzó a ver qué ocurría, pero cuando se separaron, Vorkosigan tenía una
herida en la boca y Bothari estaba doblado sobre el vientre.
En el siguiente encuentro, Bothari propinó a Vorkosigan un puntapié en la espalda que
lo lanzó por completo fuera del cuadrilátero. A pesar de tener la respiración entrecortada,
el almirante rodó y corrió de regreso a la lona. Los hombres responsables de guardar la
vida del regente comenzaron a mirarse entre ellos, preocupados. Cuando volvieron a
trabarse cuerpo a cuerpo, Vorkosigan sufrió una violenta caída y Bothari se lanzó sobre él
para apretarle el cuello. A Cordelia le pareció ver cómo se curvaban sus costillas bajo el
peso de la rodilla que lo inmovilizaba. Un par de guardias se dispusieron a avanzar, pero
Koudelka les hizo una seña y Vorkosigan, con el rostro enrojecido, golpeó el suelo en
señal de rendición.
 Primer punto para el sargento Bothari  exclamó Koudelka . ¿Dos puntos de tres,
señor?
El sargento Bothari se levantó con una leve sonrisa, y Vorkosigan permaneció sentado
en la colchoneta un momento, recuperando el aliento.
 De todos modos me queda uno. Debo obtener el desquite. Estoy en baja forma.
 Se lo dije  murmuró Bothari.
Volvieron a rodearse. Chocaron, se separaron, chocaron otra vez y de pronto Bothari
se encontró efectuando una voltereta espectacular, mientras Vorkosigan rodaba por
debajo de él para cogerle el brazo en una palanca que estuvo a punto de dislocarle el
hombro al caer. Bothari luchó unos momentos para librarse de la llave, pero al fin se
rindió. Esta vez fue él quien permaneció un minuto en la colchoneta antes de levantarse.
 Es sorprendente  dijo Droushnakovi con los ojos ávidos . Sobre todo
considerando que es mucho menos corpulento.
 Pequeño pero matón  respondió Cordelia, fascinada . No lo olvides.
El tercer enfrentamiento fue breve. Unos momentos de lucha cuerpo a cuerpo, unos
golpes y una caída conjunta se resolvieron de pronto en una llave de brazo, ejecutada por
Bothari. Vorkosigan cometió la imprudencia de querer soltarse, y Bothari, con rostro
inexpresivo, le dislocó el codo con un crujido que oyó todo el público. Vorkosigan aulló y
se rindió. Koudelka volvió a detener a los guardias.
 Colóquelo en su lugar, sargento  gimió Vorkosigan sentado en el suelo, y apoyando
el pie contra su ex capitán Bothari le dio un fuerte tirón del brazo . No debo volver a
repetir eso  dijo Vorkosigan, dolorido.
 Al menos esta vez no se lo ha roto  observó Koudelka, tratando de animarlo, y lo
ayudó a levantarse asistido por Bothari. Vorkosigan regresó cojeando al sillón y, con gran
cautela, se sentó a los pies de Cordelia. Bothari también se movía con dificultad.
 Así solíamos practicar este deporte... a bordo del General Vorkraft  dijo Vorkosigan
con la respiración todavía agitada.
 Cuánto esfuerzo  observó Cordelia . ¿Y cuántas veces os habéis enfrentado a
una verdadera situación de combate cuerpo a cuerpo?
 Muy pocas. Pero cuando se presentó la ocasión, ganamos.
El grupo se dispersó murmurando comentarios acerca de lo ocurrido. Cordelia
acompañó a Aral para ayudar en las curas de su codo y su boca. Luego le hizo preparar
un baño caliente y mientras le frotaba la espalda, continuó con el problema personal que
le había estado preocupando.
 ¿Te parece que podrías decirle algo a Koudelka acerca de cómo trata a Drou?
Parece transformarse en otra persona. Ella hace todo lo posible por resultarle agradable,
y él ni siquiera la trata con la misma amabilidad que dispensa a cualquiera de sus
hombres. Drou es prácticamente una camarada oficial, y creo que está locamente
enamorada de él. ¿Por qué no lo nota? [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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