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resistencia fenomenal al dolor. No lo sienten. ¡No sienten el dolor! Está en todos los
informes. Ya he perdido la paciencia respecto a este asunto, pero un día alguien verá la
importancia de estos hechos.
Ella sintió de nuevo que el silencio pesaba como una piedra sobre sus labios mientras
miraba por la ventanilla.
¿Viste cómo diseccionaban a esas criaturas?
Por supuesto.
Enid se quedó pensando en todo lo que aquellos hombres hicieron y soportaron, al
parecer con la mayor facilidad.
¿Puedes imaginarlo? dijo entonces Bruce . No sentir nunca el dolor ni físico, ni
mental...
Se estaban adentrando en el nivel inferior de tráfico normal. Su mirada melancólica
descansó en la oscuridad que envolvía la casa.
¡Qué regalo para el género humano! exclamó Ainson.
Después de que los Ainson se hubieron marchado, sir Mihaly Pasztor permaneció en
el mismo lugar, preso de la sensación de vacío que ocasionalmente se convertía en
pensamiento. Comenzó a pasear de un lado a otro, vigilado por los extraterrestres
encerrados al otro lado del cristal. Finalmente se detuvo ante su mirada y permaneció
balanceándose sobre los pies inclinándose gentilmente, mirándolos. Con los brazos
cruzados, terminó por dirigirse a ellos.
Mis queridos inquilinos, comprendo el problema y, aunque no os había visto antes,
os comprendo también a vosotros, hasta cierto límite. Por encima de todo, entiendo que
hasta ahora sólo os habéis encarado con un tipo limitado de mente humana. Conozco a
los hombres del espacio, mis barrigudos amigos, porque también yo fui uno de ellos. Sé
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cómo los largos años de oscuridad atraen y moldean una mente inflexible. Os habéis
enfrentado con hombres desprovistos de pulsación humana, hombres sin finas
percepciones, carentes del don de proyectar su propia personalidad para comprender a
las demás, hombres que no pueden aceptar ni comprender porque no conocen la
diversidad de los hábitos humanos. Y al carecer de penetración psicológica, la niegan a
los demás. En resumen, mis queridos y sucios inquilinos, si sois civilizados, es preciso
que se os someta a un careo con un hombre verdaderamente civilizado. Si sois algo más
que animales, no transcurrirá mucho tiempo antes de que nos comprendamos
recíprocamente. Después ya habrá ocasión de incrementar el diálogo entre nosotros.
Uno de los ETA sacó sus miembros, se incorporó y los dirigió a la pantalla de cristal.
Sir Mihaly Pasztor tomó aquel gesto como un presagio.
Fue a la parte trasera del cercado y entró en una pequeña antesala de la verdadera
jaula. Presionó un botón que activó la parte del suelo en que se hallaba y que le trasladó
a la jaula, situándole ante una pequeña barrera, de forma que el director del Exozoo
parecía más bien un prisionero que compareciese ante un tribunal. El mecanismo se
detuvo. Pasztor y los ETA estaban entonces cara a cara, aunque un botón al alcance de
la mano derecha le aseguraba una retirada inmediata en caso de peligro.
Los ETA emitieron juntos una serie de silbidos. Su aspecto distaba de ser tan
repugnante como se hubiera esperado, pero de todos modos era muy fuerte y Pasztor
arrugó la nariz.
Según nuestro sistema de pensamiento dijo , la civilización se reconoce por la
distancia que el hombre ha puesto entre sí y sus excrementos.
Uno de los ETA extendió uno de sus miembros y se rascó.
No existe ninguna civilización sobre la Tierra que no se halle firmemente
establecida sobre la base de un alfabeto. Incluso los aborígenes más primitivos
garrapatearon sus temores y esperanzas sobre las rocas. ¿Tenéis también temores y
esperanzas?
El ETA, terminó de rascarse, y retrajo el miembro, dejando la palma de la mano a una
distancia escasa del cuello.
Es imposible imaginar a una criatura mayor que una pulga sin temores ni
esperanzas, o cualquier otra estructura equivalente basada en los estímulos del dolor.
Sensaciones gratas y sensaciones malas nos acompañan toda la vida y constituyen
nuestras experiencias del mundo exterior. Pero, con todo, si he comprendido bien los
informes de la autopsia de uno de vuestros amigos, vosotros no experimentáis el dolor.
¡En qué forma tan radical eso debe modificar vuestra experiencia del mundo externo!
Entonces apareció una de aquellas criaturas en forma de lagarto. Se escabulló por la
espalda de su anfitrión y atrancó su hocico tembloroso en un pliegue de la piel del ETA.
Allí permaneció inmóvil y casi invisible.
Y después de todo, ¿qué es el mundo exterior? Puesto que sólo podemos
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